Causas de la basura tecnológica Las causas de la basura tecnológica o electrónica las encontramos en cinco elementos que son los causantes de que este tipo de equipos se eliminen y terminen contaminando el medio ambiente y suponiendo un problema de salud pública muy comprometido. Obsolescencia programada La obsolescencia programada es la fecha de caducidad forzada de los equipos tecnológicos. Esta fecha de caducidad es programada de forma consciente por las empresas productoras de estos bienes con el fin de forzar al comprador a tener que adquirir un equipo nuevo pasado un determinado tiempo después de la compra. Se trata de una práctica muy cuestionable que, a día de hoy, es legal, lo que hace que las empresas que fabrican equipos tecnológicos con obsolescencia programada puedan abusar del consumidor sin que ello les suponga ningún tipo de perjuicio legal o económico. En este otro artículo de EcologíaVerde te contamos más acerca de Qué es la obsolescencia programada. Obsolescencia percibida En este caso, nos encontramos ante un tipo de obsolescencia aún más sibilina y peligrosa que la obsolescencia programada, ya que conlleva la eliminación de los equipos tecnológicos incluso antes de que dejen de funcionar. La obsolescencia percibida hace referencia al consumidor, y se da cuando el consumidor siente que un equipo tecnológico que compró debe ser cambiado porque se ha quedado anticuado. En este caso, el equipo en cuestión funciona a la perfección y cumple su trabajo sin ningún problema. Sin embargo, gracias a técnicas de marketing y publicidad, se consigue crear la "necesidad" de disponer de un equipo nuevo, que hace lo mismo o incorpora cambios superfluos y de poca importancia pero que se presenta como una necesidad por el simple hecho de "ser más nuevo". En este caso, la responsabilidad de la generación de basura tecnológica por esta causa se debe tanto a las empresas como a los consumidores. Las primeras por crear la falsa idea de que es necesario cambiar un producto por otro nuevo cuando se ha quedado anticuado, y los segundos por no ser capaces de percatarse de lo que está sucediendo en realidad. Proyección social Está en relación con la obsolescencia percibida pero, en este caso, el objetivo no es directamente tener un equipo más nuevo, sino obtener una imagen social favorecida por el hecho de tenerlo. Todas las sociedades a lo largo de la historia han tenido ciertos usos que los individuos usaban para demostrar su posición social o económica. Actualmente, estos usos siguen existiendo pero se han modificado. Hoy en día, uno de los usos más comunes a la hora de proyectar una posición social o económica favorable sobre el resto de la sociedad pasa por poseer los equipos tecnológicos más novedosos disponibles en el mercado. Esto genera un ciclo vicioso de compra y desecho de los equipos tecnológicos (especialmente en el caso de los teléfonos móviles) que conlleva un perjuicio gravísimo para el medio ambiente y para la propia persona que lo practica, ya que intenta proyectar una imagen social que dependerá, siempre, de algo que no será su propia persona, lo que conlleva necesariamente a la insatisfacción propia de las sociedades consumistas que manipulan al individuo a su voluntad. Hipertecnologización Por otro lado, más allá de las prácticas irresponsables y cuestionables que fomentan la creación de basura tecnológica, también hay que tener en cuenta que una de las causas de la ingente cantidad de basura tecnológica se debe al auge de este tipo de artefactos. La hipertecnologización conlleva la presencia de equipos tecnológicos casi en cualquier esfera de la existencia humana y, en consecuencia, esto conlleva mayor cantidad de equipos que tengan que ser eliminados cuando dejan de funcionar. Mala gestión de los residuos Finalmente, la última causa de la generación de basura tecnológica la encontramos en una mala gestión de este tipo de residuos. A pesar de las prácticas irresponsables que se han venido mencionando, no se puede obviar el hecho de que, los artefactos tecnológicos, se terminan rompiendo. Incluso, después de varias reparaciones, puede darse la situación en la que, efectivamente, el equipo tecnológico no pueda seguir siendo útil. En este caso, lo correcto será llevar dicho equipo a un punto limpio donde se pueda gestionar como residuo de forma correcta, lo que conllevará reciclar la mayor parte de sus componentes y, sobre todo, retirar de manera controlada aquellos elementos que puedan ser peligrosos para el medio ambiente y para la salud y gestionarlos de la forma adecuada.

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