BENEFICIOS DE RECICLAR LA BASURA TECNOLÓGICA
Según un estudio publicado en 2019 por la revista Environmental Science & Technology sale 13 veces más caro extraer los minerales de yacimientos naturales que recuperarlos a partir de desechos tecnológicos para fabricar nuevos dispositivos. Para obtener minerales como el platino, el cobre o el paladio no solo hace falta excavar y procesar los materiales, sino también emplear ingentes cantidades de agua o energía. Aquí entra el concepto de economía circular, basado en el aprovechamiento de materiales de productos reciclados y en una menor dependencia de la extracción de recursos vírgenes.
El reciclaje de aparatos electrónicos no solo mejora la calidad del medio ambiente, sino que también trae otros beneficios. La Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) considera que estos objetos, si reciben el tratamiento de reciclaje oportuno, pueden generar oportunidades cuyo valor supera los 62.500 millones de dólares anuales y crear millones de nuevos puestos de trabajo a nivel global. En ese sentido, tanto esta organización como la ONU se han marcado como meta incrementar el porcentaje global de reciclado al 30% y alcanzar el 50% en países con legislación sobre residuos electrónicos.
Las malas prácticas en el tratamiento de los residuos electrónicos son un hándicap y estas se dan, paradójicamente, en aquellos países que más cantidad reciben. Hablamos de países en vías de desarrollo —sureste asiático y África subsahariana— que generan un impacto medioambiental negativo al carecer de las infraestructuras adecuadas. Entre los métodos ilícitos destaca el llamado "reciclaje informal", que consiste en usar productos tóxicos al aire libre y baños de ácido.
EL PROBLEMA DE LA BASURA TECNOLÓGICA EN EL MUNDO Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el mundo generó 48,5 millones de toneladas de basura electrónica en 2018. Este dato pone de manifiesto la creciente importancia del reciclaje, que también arroja cifras preocupantes: solo el 20% de estos residuos se recicla. De mantenerse estas tendencias, la ONU estima que podríamos alcanzar los 120 millones de toneladas de chatarra electrónica en 2050. El volumen de residuos electrónicos que se producen a nivel mundial y la mala gestión de su reciclado ponen en peligro el medio ambiente. Entre las sustancias más habituales que contienen estos desechos se encuentran elementos como el cadmio, el plomo, el óxido de plomo, el antimonio, el níquel o el mercurio. Estos elementos tóxicos contaminan ríos, lagos y mares, y emiten gases a la atmosfera que provocan desequilibrios en los ecosistemas. Revertir el modelo de producción y consumo para reducir la cantidad de desechos
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